Los discursos parlamentarios de Práxedes Mateo-Sagasta

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Legislatura: 1882-1883 (Cortes de 1881 a 1884)
Sesión: 12 de julio de 1883
Cámara: Congreso de los Diputados
Discurso / Réplica: Discurso
Número y páginas del Diario de Sesiones: 154, 3946-3947
Tema: Interpelación sobre la política general del Gobierno

El SR. Presidente del CONSEJO DE MINISTROS (Sagasta): Pido la palabra.

El Sr. PRESIDENTE: La tiene V. S.

El SR. Presidente del CONSEJO DE MINISTROS (Sagasta): Yo no sé el derecho con que el Sr. Martos, dada la posición en que se queda, se convierte en definidor de la izquierda dinástica; pero sea de ello lo que quiera, si ésta admite las palabras de S. S., nada hay que decir. ¿Las admite? (Algunos Sres. Diputados de la izquierda dinástica: Sí.) Estamos conformes. Entonces no hay necesidad de continuar discutiendo. La opinión pública ha visto hasta dónde ha llegado cada cual y [3946] hasta dónde he llegado yo con mi deseo de transacción. Después de todo, después de lo que ha dicho el señor Martos respecto a la Constitución de 1869, no hay ya nada que decir.

Resultará que así como a la derecha del partido conservador aparece una agrupación con la bandera de la Constitución de 1845, a la izquierda del partido constitucional aparece una agrupación con la bandera de la Constitución de 1869; y de la misma manera que el partido conservador, y ha hecho bien, no ha transigido con aquella bandera, el partido constitucional no podría transigir con la otra. Tenemos, pues, Sres. Diputados, esta situación: a la derecha del partido conservador una agrupación dirigida por el Sr. Moyano, con la bandera de la Constitución de 1845; a la izquierda del partido liberal una agrupación dirigida por el Duque de la Torre, con la bandera de la Constitución de 1869. Constitución de 1845, muy buen, excelente Constitución para monárquicos poco entusiastas de la libertad. Constitución de 1869, excelente, muy buena para liberales poco entusiastas de la Monarquía. (Aprobación en los bancos de la mayoría. Rumores en los de la izquierda dinástica.)

Señores, tal es mi opinión: la Constitución de 1845 significa la democracia a los pies de la Monarquía, y la Constitución de 1869 significa la Monarquía a los pies de la democracia; y yo que entiendo, Sres. Diputados, que en los tiempos que corremos, las Monarquías no viven sin alimentarse de la savia de la democracia, pero que las democracias no pueden vivir sin los prestigios de la Monarquía, yo he de hacer todo lo que de mí dependa para armonizar estos dos esenciales elementos de la vida moderna de los pueblos, y por consiguiente, no quiero la Constitución del 45, que rebaja y tiende a la proscripción de la democracia, ni la Constitución del 69, que humilla y tiende a proscribir a la Monarquía. (Rumores.)

Yo creo que sois monárquicos; no pongo en duda vuestro monarquismo, pero lo posponéis a la democracia. Estamos, pues, liberales y conservadores, entre dos banderas, tan imposible y peligrosa la una como la otra; pero esto no es nuevo, ni en nuestro país ni fuera de nuestro país, sin que hasta ahora haya sido obstáculo, ni pueda serlo en adelante, para que el sistema constitucional marche ordenada y regularmente entre aquellos dos escollos, como marchan los buques bien dirigidos entre los escollos del mar.

Quedan, pues, deslindados los campos: de un lado el Duque de la Torre con sus amigos y la bandera de 1869; de otro el Sr. Moyano con los suyos y la bandera de 1845, y en medio el partido conservador y el partido liberal con la legalidad vigente, que discutirán las leyes orgánicas y las secundarias que quepan dentro de la legalidad común, el primero con su espíritu conservador, y nosotros con el espíritu liberal a que venimos obligados por nuestros programas, por nuestros compromisos y por la tradición de nuestro liberalismo. (Grandes aplausos.) [3947]



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